26 de septiembre de 2018

EL MAYOR RESPETO DEBEMOS ENTREGÁRSELO A DIOS Y SU ESPÍRITU SANTO. - Carlos Saavedra M.



Grandes son las misericordias de Dios y su Espíritu Santo, hace más de 13 años, El me permitió conocerlo bajo la denominación Comunidad Cristiana. Nuestra religiosidad nos limita en entender la Unanimidad que debe existir entre todos nosotros ... Pero también la misma formación que se me ha entregado, me condiciona a mantener una línea definida, no por hombres, sino por diseño de Dios y su Espíritu Santo.

Dios es amor en todo lugar y en cualquier lugar, nunca esta instancia será distinta para nuestro Papito, quien ya hizo el más hermoso de los sacrificios en la Cruz por cada uno de nosotros que lo amamos con recelo y temor reverente.

La "Sociedad Cristiana" con sus imperfecciones siempre condicionará una nomenclatura, ya sea por una nueva visión y objetivo, o sencillamente para desmarcarse de una condición que ya no le pertenecía. Dios, aun así, con todos sus hijos será bondadoso, porque por más inconvenientes que se presenten en el camino, nuestra Fe se verá fortalecida por El mismo, a través de nuestra relación con su Espíritu Santo. Pero, siempre habrá peros, donde debemos estar atentos en el Espíritu, de no ser tropiezos para los que se convierten y serán siervos de nuestra Fe.

La religiosidad se medirá no de una forma conocida, la religiosidad también cuenta con muchos elementos que se alejan de lo valórico, por seguir haciendo y deshaciendo en comunión con el viejo hombre ... 

Por lo mismo, determinante es crecer en nuestra relación con Dios, sin que el temor reverente se aleje de nuestras vidas y así caer en esta misma religiosidad.

En nuestro diario vivir debemos ser respetuosos, donde El mayor respeto debemos entregárselo a Dios y su Espíritu santo.

Clamo a Dios, que lo que ha sido puesto en nuestros corazones, sea una escritura que nunca se borre con el codo, y que nuestro actuar se ciña de acuerdo a su Palabra revelada y en comunión con su Espíritu Santo.

... Te amo, tu Adorador por siempre y en cualquier lugar,


Carlos Saavedra M.
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