5 de diciembre de 2013

Músico evangélico realiza trabajo social tocando para enfermos en hospitales.

El músico cristiano Paulo Torres es conocido por formar parte de la Orquesta Sinfónica de Paraná y director de una Orquesta de la localidad de Curitiva. Pero pocos saben el trabajo voluntario que ha hecho por más de 20 años utilizando su talento musical para tocar en los hospitales de la capital del estado.

Todos los viernes Torres toma su violín y está en el hospital durante unas dos horas, caminando por los pasillos y los cuartos donde están los enfermos, cambiando la atmósfera del ambiente. El repertorio consiste en la fusión de música cristiana sacra con canciones clásicas llamando la atención de los pacientes, las familias y el personal, según publica Gospel Prime.

El resultado de estas visitas es atestiguado por la médico Fabiana Weffort Caprilhone, jefe de la UCI del Hospital de Pilar. "Con el monitoreo vemos la caída de presión y la frecuencia cardíaca. Los pacientes que no interactúan con las personas vuelven a interactuar, y quieren comer. Incluso los pacientes en estado de coma. Y esta evaluación se basa en los monitores, donde se puede ver la mejora en estos pacientes de los signos vitales", dice.

Torres es evangélico y comenzó a desarrollar este trabajo cuando visitaba a una tía que fue hospitalizada. Cuando comienza a tocar el violín, el músico llama la atención de los pacientes y los familiares de las habitaciones vecinas quienes lo invitaron a tocar.

"Entré en una habitación donde había una mujer joven delicada, durmiendo, y su madre sentada a su lado. Esta señora me permitió tocar el himno "Cuán Grande Eres Tú". En los siguientes minutos, la enferma abrió los ojos, miró a su alrededor y trató de hablar con su madre, pero sólo salieron sus sonidos que no se entendían. A mí me pareció algo normal, pero su madre se arrojó sobre ella, llorando y gritando en una mezcla de desesperación y alegría. Pronto llegaron las enfermeras y los médicos, y yo comencé a apartarme, cuando la madre me agarró del brazo, yo le pregunté qué había pasado, ella dijo emocionada: "Mi hija estuvo en coma durante tres años"", recuerda.

Otra experiencia que fue marcada en la vida del músico fue la visita que hizo a un hombre con cáncer. "En este episodio, después de tocar para un hombre con cáncer, mejoró su salud, quise que Dios estuviera con él y lo bendijera. Llorando dijo: "Dios me acaba de visitar"".

Estos son sólo dos de las muchas historias que Torres fue testigo en los últimos años. Hoy en día, además de tocar en los hospitales se ha presentado en cárceles, asilos y orfanatos de Curitiba, testigos de emocionantes historias. El deseo del violinista es publicar un libro que relate todas estas experiencias.


Fuente: Acontecer Cristiano.

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