17 de noviembre de 2008

La influencia de los evangélicos en la abolición de la esclavitud en España.

Durante varios años vengo interesándome por un acontecimiento histórico ante el que un cristiano no puede sentirse indiferente. La esclavitud y su abolición son realidades de gran influencia en la historia, con numerosas implicaciones culturales e intelectuales.
Dos grandes épocas de auge de la esclavitud se han producido en la historia, la primera estaba en pleno desarrollo en la época del Nuevo Testamento. La segunda se produjo entre los siglos XVI y XIX. Sin embargo, la esclavitud es una constante en la historia de la humanidad que llega hasta hoy día, a las puertas del siglo XXI en numerosos países y bajo formas, a veces, increíblemente sutiles.

El cristianismo, en sus dos mil años de historia ha tenido una compleja y no siempre fácil relación con esta realidad social. Muchas veces se ha acusado al cristianismo, especialmente en los últimos tiempos, de pasividad, tolerancia e incluso complicidad con la esclavitud antigua. Sin embargo, al comienzo de las investigaciones históricas, hace ya tiempo, sobre la esclavitud en Roma, se solía destacar la influencia del cristianismo en la creación de una actitud antiesclavista. Pero, actualmente, se suele presentar al cristianismo como una fuerza más bien contemporizadora con el sistema económico y social esclavista, a pesar de la clara enseñanza universalista del Nuevo Testamento.

Teniendo estos antecedentes en mente, siempre he sentido una gran curiosidad por el fenómeno de la esclavitud moderna y por saber cómo fue posible que desapareciera. Hace tiempo que descubrí como destacados cristianos de aquella época intercedieron también por los esclavos. Así leí la biografía del antiguo negrero del siglo XVIII, convertido en predicador, John Newton, y cómo éste influyó en Wilberforce, el miembro del parlamento británico que tanto se distinguió en el siglo XIX por su lucha contra la esclavitud, a la que dedicó su vida. Pero me lamentaba que ese ejemplo no se hubiera seguido en nuestro país, que fue el último país europeo en abolir la esclavitud a finales del siglo XIX.

Así, ha sido para mí una revelación, totalmente sorprendente, saber que también hubo evangélicos involucrados en este acontecimiento histórico. Pocos campos del pensamiento evangélico están tan abandonados como su historia. Pero si no somos nosotros quienes la recuperamos, es difícil que alguien se interese por ello. Me ha indignado leer sobre el abolicionismo en España y encontrarme importantes referencias a cristianos evangélicos; pero sin una palabra sobre sus creencias y las ideas que impulsaron sus acciones. Así, la influencia del cristianismo en la abolición de la esclavitud, queda nuevamente oscurecida.

Me gustaría proponer un proyecto de estudio de todos estos personajes evangélicos que participaron en la abolición de la esclavitud en nuestro país y que, desgraciadamente, duermen en el olvido de nuestra sociedad y de los cristianos en particular.
Sería interesante estudiar sus vidas, sus obras, sus ideas, la forma en que su fe influía en su acción abolicionista, y el impacto que tuvieron sobre la sociedad de su tiempo en la lucha contra la esclavitud.

Tengo conocimiento de algunos de estos personajes, pero tal vez haya más, entre ellos hay dos que destacan en una época en la que la sensibilidad hacia la abolición todavía no era muy elevada en España, y que murieron antes de ver la abolición total de la esclavitud:

José María Blanco y Crespo (Blanco-White) (Sevilla, 1775-Liverpool, 1841): escritor y periodista. Vivió en Londres, donde entró en contacto con la iglesia anglicana. En esa ciudad coincidió con Wilberforce y participó en varios grupos antiesclavistas.
Contribuyó al abolicionismo con varios artículos publicados en El Español. Su obra más influyente en este campo fue el Bosquexo del Comercio en esclavos: y Reflexiones sobre este tráfico considerado moral, política y cristianamente.

Luis de Usoz y Río (Chuquisaca [Bolivia], 1805-Madrid, 1865): bibliófilo y erudito editor de obras antiguas de la Reforma en España. Colaboró con el movimiento abolicionista y participó en algunas obras sobre la emancipación de los esclavos. Ayudó a varios cuáqueros que llegaron a España para impulsar el abolicionismo.

Dos personajes más actuaron en una época posterior en la que la lucha contra la esclavitud era ya pública en España:

Julio Vizcarrondo (S. Juan de Puerto Rico, 1830-Madrid, 1889): escritor, político y periodista. Inició su actividad abolicionista en Puerto Rico, de donde fue desterrado en 1850, refugiándose en los Estados Unidos. Allí se casó con Harriet Brewster. De vuelta en 1854 continuó luchando contra la esclavitud y liberó a sus esclavos en medio de diferentes persecuciones. En 1864 volvió a irse de Puerto Rico para viajar a España. Su primer logro aquí fue la formación, en 1865, de la Sociedad Abolicionista Española con apoyo de algunos políticos y economistas jóvenes. La asociación se formó con personajes como Salustiano de Olózaga, Juan Valera, Laureano Figuerola, José Mª Orense, Fermín Caballero, Práxedes Mateo Sagasta, Emilio Castelar, Gabriel Rodríguez, Segismundo Moret y otros. En ese año apareció la publicación periódica de la sociedad, llamada El Abolicionista y comenzó una activa propaganda para hacer público el problema esclavista que, principalmente, estaba presente en las colonias españolas en América (Cuba y Puerto Rico). La sociedad se extendió por las grandes ciudades de España y se organizó un certamen literario que ganó Concepción Arenal. Finalmente el gobierno de Narváez ordenó el cierre de la Sociedad Abolicionista en 1866.

Pero en 1867 el gobierno firmó la Ley de represión y castigo de tráfico negrero. Durante este tiempo Vizcarrondo continuó su labor propagandista. La Revolución de 1868 autorizó la reorganización de la Sociedad Abolicionista que se reforzó con personajes como José Echegaray, Manuel Becerra, Nicolás Salmerón, Estanislao Figueras y Rafael Mª de Labra. En 1870 una ley de Segismundo Moret supuso la adopción de un proceso de gradual abolicionismo. A partir de ese momento la polémica en España sobre la abolición llegó a ser muy viva, con la formación de grupos de oposición al abolicionismo y la toma pública de posición por parte de la prensa. El gobierno de Cánovas aprobó una ley de abolición de la esclavitud en 1880. Pero no fue hasta 1886 que un decreto dejó abolida definitivamente la esclavitud.

Además de su continuo trabajo en la Sociedad Abolicionista, Vizcarrondo fundó el Hospital de los amigos de los Pobres, la Sociedad Protectora de los Niños y otras asociaciones benéficas. A su muerte trabajaba en el proyecto de construcción de un Hospital de Niños incurables. Fue diputado por Puerto Rico (1886-89) y escribió varios libros (Silabario, Aritmética y Geografía de Puerto Rico).

Su incansable actividad también se extendió a su iglesia. Miembro de la Iglesia Cristiana Española, aparece con el número 1 en el libro de registro de la congregación del Redentor, establecida en la calle de la Madera Baja 8 de Madrid, desde 1869 (de la que era pastor Antonio Carrasco). Poco después fue elegido para el Consejo de Ancianos. También representó a su iglesia en las Asambleas Nacionales de la Iglesia Cristiana Española entre 1869 y 1877. Como presidente del Comité Central de la Unión Evangélica Española consiguió del Alcalde de Madrid el permiso para la realización de cultos evangélicos públicos el 24 de enero de 1869.

Antonio Carrasco Palomo (Málaga, 1842-Océano Atlántico, 1873): pastor evangélico y periodista. Pasó a ser evangélico en su juventud y pronto tuvo que estar varios años en la cárcel por ello. La presión internacional hizo que pudiera abandonar el país en 1863. Se dedicó al estudio en Francia, Suiza y Alemania. Tras la Revolución de 1868 regresó a España y organizó la primera iglesia evangélica de Madrid en 1869. Fundó el semanario cristiano La Luz (1869). Fue colaborador y miembro de la junta directiva de la Sociedad Abolicionista, llegando a ser su vicepresidente. Desde el periódico La Luz participó también en la crítica a la esclavitud. Murió en un naufragio cuando volvía de representar a los evangélicos españoles en la Asamblea Mundial de la Alianza Evangélica que se celebró en 1973 en Nueva York.

El proyecto que quiero proponer aquí, consistiría en lo siguiente:

Localización de los distintos personajes evangélicos que participaron en el abolicionismo español a lo largo del siglo XIX.
Establecimiento de una de bibliografía sobre el abolicionismo que incluya información respecto a estos personajes y su actividad.
Estudio biográfico de estas personas.
Creación de la lista de obras de esos autores, especialmente en lo relacionado con la esclavitud.
Estudio de su pensamiento sobre la esclavitud.
Estudio no sólo de las actividades abolicionistas individuales, sino de la actitud de los diferentes grupos evangélicos españoles del siglo XIX.
Es mi ilusión que estos conocimientos sirvan para difundir la obra de esos pensadores y personas de acción, hermanos nuestros, cuyo ejemplo debería inspirar a la sociedad, y sobre todo a nosotros, porque, la esclavitud, bajo viejas y nuevas formas, no nos ha abandonado todavía.

Por Pablo de Felipe Fernández

Gentileza: Centro de Estudios de la Reforma.
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