21 de febrero de 2008

EZEQUIAS (Jehova Fortalece)


Ezequías - Jehova Fortalece (2 Reyes 18:1 - 20:21).

Hijo de Acaz, rey de Judá (719-691 a.C.). Estuvo asociado con su padre en el gobierno desde el año 728 a.C. Era un siervo devoto de Jehová; comenzó su reinado reparando y limpiando el Templo, reorganizando los servicios religiosos con sus funcionarios y celebrando una gran pascua a la cual invitó solamente a las tribus de Judá y Benjamín (2 Cr. 29:1-30:13). Quitó los lugares altos, derribó las imágenes e hizo pedazos la serpiente de metal que Moisés había hecho, pero que se había convertido en objeto de adoración.

En el cuarto año de su reinado (724 a.C.), Salmanasar comenzó, y en el año 722 a.C. Sargón completó, el sitio de Samaria, llevando a las diez tribus en cautividad (2 Cr. 18:9, 10).

En el año 714 a.C. comenzó la serie de invasiones asirias que distinguieron el reino de Ezequías y que terminaron desastrosamente para Asiria. Parece que fue inmediatamente después de comenzar estas invasiones, en el año 714 a.C., cuando Ezequías estuvo enfermo, casi a la muerte, pero le fueron concedidos 15 años más de vida en respuesta a su oración a Dios (2 R. 20:1-11; Is. 38).

Comenzó a reinar a los 25 años de edad y reinó sobre Israel 29 años. Su nombre y su memoria están cubiertos de gloria porque él "hizo lo recto ante los ojos de Dios. Quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera. En Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Dios, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos... Y Dios estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba" (2 Reyes 18:3-7).

Ezequías murió en el año 691, y ascendió al trono su hijo Manasés (2 R. 20:21; 2 Cr. 32:33).


Para ti, Siervo Joven:

Siervo joven, usted que tiene veinticinco, veintiocho, treinta, treinta y dos, treinta y cuatro años de edad, ¡usted también puede reinar! Usted puede y debe arremeter contra los falsos dioses y las falsas doctrinas, dentro y fuera de la iglesia, quebrándolas.

Lo podrá hacer, cubriéndose de gloria y honra, si, tal cual el ilustre Ezequías, pone su esperanza en Dios, guarda sus mandamientos y no se aparta de él, . "Ni después ni antes de él hubo otro como él." Siervo joven, ¡usted también puede llegar a ser único, sobresaliente en grado sumo! Trabaje con fe y poder en los campos del Señor y quizás le sea posible realizar una obra de altísima calidad, aun meritoria del calificativo "¡Única en su categoría!".
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