Las visiones y misiones en sus inicios se sustentan con Dios mismo y su Espíritu Santo. Pero, .....
13 de noviembre de 2018
CUANDO TODO SALE MAL EN TU VIDA - Por Lic. Carolina A.D.
Llevas
un tiempo pidiéndole a Dios que dirija tu vida y parece que, más bien, la está
dirigiendo el enemigo. ¡A veces no tienes ganas ni de levantarte de la cama!
Todo
parece ir mal y tus expectativas de una vida con Dios están cayendo
estrepitosamente.
¿Te ha
pasado esto alguna vez? Entonces este artículo es para ti.
¡No te
desanimes! ¿Sabías que la Biblia habla de muchos hijos de Dios a quienes les
sucedió lo mismo? Analicemos algunos ejemplos:
En
Génesis 37 encontramos la historia de José, un joven al que Dios le envió un
sueño. Versículo 6-7 “Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He
aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se
levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se
inclinaban al mío.”
José
era un joven que tenía una relación personal con el Padre celestial, Dios se
comunicó con él mediante varios sueños en los cuales desvelaba cuál sería su
misión en la tierra, iba a ser una persona de poder e incluso iba a estar en
una posición más alta que la de sus hermanos mayores. Sin embargo, tiempo más
tarde, Dios permite que lo envíen a Egipto como esclavo, y allí le suceden una
serie de vivencias humillantes y pareciera que el hilo de su vida va en
dirección contraria a lo que Dios dispuso para él.
Bien,
ahora veamos otro ejemplo. La vida de Moisés.
Elena
de White dice que Jocabed, madre de Moisés, grabó en el corazón de su hijo, que
Dios lo había escogido para ser el caudillo que liberara al pueblo de Israel de
la esclavitud de Egipto. Así que Dios dispone en su mente la misión que tendrá
su hijo y ella se ocupa de prepararlo para ello. Más tarde, en la casa del
Faraón, Moisés adquiere habilidades militares, poder y liderazgo, cualidades
que pensaba que debía tener un libertador del pueblo de Dios. Hechos 7:22 “Y
fue enseñado Moisés en toda sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus
dichos y hechos.” Sin embargo, cuando está listo para llevar a cabo su misión,
Dios lo envía al desierto a cuidar rebaños por cuarenta años. Nuevamente vemos
que Dios le entrega una misión a su hijo y lo lleva en dirección contraria.
Otro
ejemplo es el de David, era sólo un muchacho cuando fue ungido por Dios para
ser rey de Israel, pero no fue hasta tiempo más tarde que comenzó su reinado,
antes pasó por vivencias como la huida, persecución y dependencia total de
Dios.
¿Qué
tienen en común estas historias?
Dios
tiene una misión para cada uno de sus hijos que deciden entregar completamente
su vida en sus manos, pero antes de dirigir nuestro barco, debe asegurarse de
que le entregamos completamente el timón a Él, nuestro Capitán. Para ello,
debemos aprender que, si llegamos al éxito de nuestra misión, será por el
mérito de Dios, y no por lo que somos, o por nuestros títulos. Tanto Moisés
como José creían en sus propias capacidades, pensaban que eran alguien
importante, o lo menos, creían que eran “alguien”. Y Dios les enseña que la
identidad de un hijo de Dios, está
validada por el poder que Dios les da, la primera lección es humildad,
dependencia total de Dios.
Juan
15: 5 “Yo soy la Vid y vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en
él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
“Separados
de mí nada podéis hacer” todo lo que somos y llegamos a ser es porque Dios lo
permite y nos capacita, somos alguien porque él nos da una identidad.
Elena
de White dice en su libro Patriarcas y Profetas pp 687 “La humillación de la
derrota resulta a menudo en una bendición al mostrarnos nuestra incapacidad
para hacer la voluntad de Dios sin su ayuda.”
2
Crónicas 7:14 “Si se humillare mi pueblo,
sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Debemos
ir con actitud humilde, reconocer que nuestras mejores obras son como trapos de
inmundicia y que sin Dios nada podemos hacer, entonces es cuando Dios hace
grandes cosas en nuestra vida.
Jesús
mismo dejó su trono celestial para humillarse a sí mismo y padecer en la cruz
por salvarnos a nosotros. Jesús reconocía que su poder venía del Padre, él
dependía totalmente del Padre para cumplir su misión.
Otra
razón por la cual tenemos dificultades cuando entregamos nuestra vida a Dios,
es porque Satanás sabe que una persona en manos de Dios es un instrumento poderoso
para salvar a otros e intenta sabotear nuestra misión, como lo hizo con David,
José, Moisés y sobre todo con Jesús. Pero sabemos que Dios es más poderoso y
utilizará los intentos de Satanás para dirigir nuestra vida. Los hermanos de
José lo vendieron c omo esclavo a Egipto, Dios utilizó eso para que, tiempo más
tarde, José pudiera saciar el hambre de su pueblo con las reservas de grano que
administró en Egipto.
Si
estás pasando dificultades por hacer su voluntad, Dios te dice: “Te tomé de los
confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres
tú; te escogí, y note deseché. No temas porque yo estoy contigo; no desmayes,
porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41: 9-10
Autora:
Lic. Carolina A.D. - Gentileza Jóvenes Cristianos.
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