Las visiones y misiones en sus inicios se sustentan con Dios mismo y su Espíritu Santo. Pero, .....
25 de septiembre de 2018
QUE PUEDO HACER CUANDO NO SIENTO A DIOS.
Tal vez usted ha estado orando
fervorosamente por algo, y la situación ha empeorado.
O puede que haya tenido un encuentro
fuerte con el Señor de alguna manera, pero luego, “en la realidad humana” los
problemas y circunstancias nos golpean fuertemente.
En la Biblia El Evangelio de
Marcos, nos habla dos personas que vivieron fuertes momentos
(Marcos 5:22) La primera persona es
un líder religioso. Jairo, tenía un verdadero problema: su hija de 12 años
estaba muy enferma. Jairo se lanza en los pies de Jesús, suplicando ayuda, su
gozo y fe se avivaron cuando Jesús consintió en acompañarle a casa.
Pero antes de llegar ¡Jesús es
distraído en el camino! Otra necesidad urgente se presenta y Jesús se detiene
para ayudar. Mientras esto sucede, algunos mensajeros se acercan a Jairo
diciéndole: “Tu hija está muerta.
Algunos dirán ¿Por qué Jesús se alejó
de Jairo?” Jesús ha resultado no ser tan servicial después de todo. ¡Sólo por
un momento Dios actuó; pero ahora la situación está peor!
Entretanto nos encontramos con la
segunda persona; una mujer que había estado sufriendo de hemorragias durante
doce años”, (Marcos 5:25-26). Es más que probable que ella haya estado clamando
a gritos por la ayuda de Dios, aparentemente sin resultado. ¿Dónde estaba hace
12 años, y qué hacía? Es mucho tiempo en la vida de alguien, sobre todo si las
oraciones parecían no ser contestadas.
Pero en el capítulo 5 de Marcos vemos
que la mujer con hemorragias es curada luego de tocar el manto de Jesús. Y,
extraordinariamente, la hija de Jairo es librada de la muerte.
Todo esto nos recuerda que:
Cuando Dios tarda en su respuesta es
para un trato especial con nosotros. Lo vemos en la Escritura: cuando Jesús oye
que su amigo Lázaro está gravemente enfermo, pero el espera hasta su muerte
para manifestar su poder (Juan 11:6).
Las tardanzas son un modo que Dios usa para que su nombre sea
glorificado.
La muerte no es la palabra final.
Estos incidentes nos recuerdan de la autoridad de Jesús sobre enfermedad y
muerte. Esto no significa que automáticamente siempre nos cura o nos para
morir; pero significa que, en la vida, en el desastre y hasta en la muerte,
podemos confiar en Jesús.
La fe es el antídoto que cura el
temor. Las palabras de Jesús a Jairo “No tema, sólo cree”.
Si Jesús permanece está contigo y te
escucha, no hay motivo para tener miedo. Confíe en Él, no en las
circunstancias.
Gentileza: BibliaTodo.
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