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Las visiones y misiones en sus inicios se sustentan con Dios mismo y su Espíritu Santo. Pero, .....
1 de diciembre de 2014
APRENDIENDO A DORMIR BIEN.
Aprendiendo a dormir bien
Para tratar este tema,
expondremos lo que dice la ciencia y también qué aconseja la Biblia. Vamos a
ver que hay una coincidencia total y absoluta.
Ya vimos en qué consiste dormir
bien, dormir correctamente; y que el 45% de los adultos padece insomnio en
algún momento de su vida, un trastorno que casi siempre es un síntoma de otro
problema.
Vamos ahora a ver qué soluciones
preventivas (o para abordar el insomnio si ya existe = podemos tener,
¿Qué consejos se dan, desde el campo de la
psicología, para combatir el insomnio?
Para combatir el insomnio, es
importante empezar a mantener una correcta higiene del sueño. Esto implica
adquirir ciertos hábitos saludables:
- Mantener una rutina de sueño
regular: todos los días, intentar dormir la misma cantidad de horas, e irnos a
dormir en el mismo horario (acostarnos y levantarnos a la misma hora, aunque al
principio no consigamos conciliar el sueño al acostarnos, o consideremos que
debemos seguir durmiendo al sonar el despertador). Para instaurar un hábito
hace falta disciplina, y marcarnos un horario va a ser lo primero que
necesitemos hacer.
- Acondicionar la habitación: El
lugar donde vamos a dormir debe estar aislado de ruidos molestos y tener una
temperatura adecuada. Debe trasmitirnos paz y relajación, por eso es buena idea
perfumarla con algún aromatizador natural, evitar los colores estridentes en
las paredes y el mobiliario, y mantenerla bien ventilada durante el día. Por
supuesto, es fundamental el orden y la limpieza. El colchón y la almohada
también son fundamentales: deben de tener una consistencia adecuada, no ser ni
muy duros, ni demasiado blandos.
- No consumir sustancias
excitantes (café, té, refrescos) al menos 4 horas antes de irnos a dormir.
- Realizar actividad física
durante el día es muy recomendable para aliviar las tensiones, estrés y
ansiedad, y combatir así una de las causas del insomnio. Sin embargo, hay que
tener en cuenta que no es bueno ejercitarse en las horas previas al descanso,
ya que nuestro cuerpo queda “sobre-activado”.
- Relajación/Meditación: Ejercicios
de este tipo pueden ser un gran aliado. Si ya estás familiarizado con ellos,
practicar algunos de estos ejercicios suaves antes de ir a dormir te ayudarán a
relajarte y a despejar la mente.
- Una ducha relajante o un buen
baño caliente antes de ir a dormir, usando sales o jabones de aromas naturales
(el romero, el sándalo o la salvia, se emplean en aromaterapia como relajantes)
nos puede ayudar; como así también beber una taza de leche caliente con miel o
una infusión de tilo (tila).
- Una cena abundante o pesada
seguro que NO nos va a ayudar a dormir. ¿Por qué no pruebas a cenar algo
ligero, de fácil digestión, y no inmediatamente antes de irte a la cama?
- Haz de la cama un lugar de descanso: no te
lleves al dormitorio tus problemas diarios, ni trabajes con documentación o con
el portátil o la tablet en tu cama. Debe ser un lugar exclusivo para la
relajación y el descanso. De esa manera, dejarás de asociar tus problemas y
agobios con el dormir. Tampoco es recomendable para las personas con
dificultades del sueño, tener la TV en el dormitorio.
- Lo que no has solucionado a lo
largo del día, no lo podrás solucionar cinco minutos antes de ir a dormir. Una
máxima: los problemas quedan para mañana. Haz un cartel, si es necesario, y
cuélgalo en un lugar visible de tu habitación.
Consulta a un profesional de la
salud si continúas teniendo problemas para dormir. Si te resulta difícil
conciliar o mantener el sueño y/o te sientes cansado durante el día, puedes
tener un trastorno del sueño. El médico de familia o un especialista te
orientará y te dará su mejor opinión. Lo anterior, es importante para descartar
otros problemas de salud o emocionales que puedan perturbar tu sueño y afectar
tu salud.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DE
PODER DORMIR BIEN? Como vengo diciendo a lo largo de este artículo, los
problemas para dormir son frecuentes en un alto porcentaje de la población. Me
gustaría mencionar antes de terminar, qué dicen las Escrituras acerca de esta
problemática. Vamos a ver la coincidencia total y absoluta con lo que dice la
ciencia.
La importancia de dormir bien,
también se destaca en la Biblia: podemos leer en Levítico 26:3-6 que el acto de
dormir es considerado una bendición; asimismo, en el Salmo 127:2 dormir bien es
considerado un don de Dios a quienes ama. Podemos comprobar que el sueño y el
descanso es algo esencial para los seres humanos; el mismo Dios reposó al
séptimo día, nos dice Génesis 2:2-3.
Estas son algunas de las causas
que nos quitan el sueño y que podemos leer en la Biblia:
- Exceso de responsabilidades en
el trabajo, estrés (Esther 6:1; 2ª Corintios 6:5)
- Temor, ansiedad (Deuteronomio
6:5)
- Amargura en el corazón, rencor
(Proverbios 4:16)
- Motivos de conciencia y
remordimiento (Salmo 16:7; Daniel 6:16-19)
- Dolores o enfermedad (Job
7:4-5; 30:17)
- Codicia, avaricia (Eclesiastés
5:12)
- Inquietud de espíritu,
abatimiento del alma (Cantares 5:2-6; Daniel 2:1-3)
Todo esto se puede resumir en
que: LA PRINCIPAL CAUSA DE NO DORMIR BIEN ES UN CORAZÓN INSATISFECHO Y
DOLORIDO, YA QUE EL DORMIR BIEN ES SINÓNIMO DE UN CORAZÓN CONTENTO (JUECES 19:9).
¿Y cuándo NO tenemos un corazón contento?
Cuando Dios NO ocupa el lugar que le corresponde en nuestro corazón, cuando NO
aprendemos a depositar nuestras cargas en Él, cuando nos afanamos con las cosas
de la vida, cuando renunciamos a perdonar las ofensas a otros, cuando carecemos
de la gratitud por la vida…
¿COMO PODEMOS HACER PARA TENER
ESE CORAZON CONTENTO Y SANO PARA PODER DORMIR BIEN?
Lo que dicen las escrituras al
respecto:
1- Debemos identificar lo que nos roba nuestro
sueño, eso es lo primero, para así poder combatirlo. Puede que no lo sepamos
ver por nosotros mismos, en cuyo caso debemos pedirle a Dios que nos lo revele
(Salmo 26:2).
2- Nunca lleves tus problemas a la cama. La
Biblia nos dice “En paz me acostaré y asimismo dormiré…” (Salmo 4:8).
3- Antes de dormir meditar (orar) acerca de la
vida (Salmo 4:4) y disponer el corazón para el perdón y el arrepentimiento,
esto es CAMBIAR NUESTRA ACTITUD (Job 11:13-18).
4- Tener satisfacción en las actividades
diarias (BUENA ACTITUD, disposición interior) y mantener una buena alimentación
(Eclesiastés 5:12; 8:15-16).
5- Emplear un tiempo para leer la Biblia y
meditar en ella (Proverbios 3:21-25; 6:20-22).
6- Tener una ACTITUD DE CONFIANZA en Dios y en
Sus Promesas, para no tener temor, ya que el temor (ansiedad, miedos,
incertidumbre) te roba el sueño (Levítico 26:6).
Como creyentes, si consideramos
estos principios -del todo coincidentes con lo que nos dice la ciencia, como
hemos visto-, no sólo dormiremos bien y en paz, sino que evitaremos muchos
otros problemas de salud. Esto es lo que yo llamo LA BENDICIÓN DE DORMIR BIEN.
En La Biblia podemos leer que Dios nos ha dado la capacidad de irnos a la cama,
cerrar los ojos, y dormir tranquilos (“En paz me acuesto y me duermo, porque
sólo tú, Señor, me haces vivir confiado” Salmos 4:8) Es decir, ¡tenemos la
capacidad para hacerlo! Es solamente que nosotros mismos nos lo impedimos.
Estamos constantemente preocupándonos por el mañana, afanándonos por los pagos
que tenemos que realizar, las cosas que nos puedan pasar, etc. Estamos
simplemente perdiendo nuestro sueño porque no ponemos toda nuestra confianza en
quien nos ha dado la capacidad de hacerlo.
Jesús dice en Lucas 12:22-31, que no debemos
preocuparnos por el mañana, ni afanarnos por lo que habrá de venir, ya que cada
día trae su propio afán. Es bueno hacer planes y tratar de saber lo que
queremos o no hacer en la vida, pero no nos ayuda en nada el preocuparnos, y
mucho menos, hacerlo justo antes de dormir. Es difícil, cuesta bastante estar
“despreocupados”, ya que como humanos vamos a tener la tendencia a preocuparnos
por las situaciones, pero es posible confiar en Dios y saber que todo está bajo
Su Mano.
Por eso, el mejor consejo que os
puedo dejar es este: CONFIAR EN DIOS, descansar en Él. El ha creado un momento
para cada situación (Eclesiastés 3:1). Durante las noches, tenemos el tiempo
adecuado e idóneo para descansar. Por tanto, TODA la confianza puesta en Él,
sabiendo que Él es Soberano y tiene cuidado de todas las cosas.
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