Mi Pastor y Apóstol Santiago Rojas A., en una actitud de humildad y revelación, el domingo 20 de noviembre 2011, recordó como nuestro Señor lo dirigió, en la figura de su abuela donde siendo muy niño lo orientaba para generar ese acercamiento. Su proceso de transformación fue constante, en especial al conocer a una mujer que ha sido determinante en la vida del Pastor, su señora la Pastora María Luz Henríquez.
Su testimonio permitió a la Iglesia, conocer como nuestro Señor Jesucristo, lo fue activando desde el nacimiento de sus hijos, su vida laboral de servicio en momentos de prueba y lo que su corazón deseaba por servir al Señor. Esta evolución, lo llevó a creer lo que hoy es la Comunidad Cristiana de Antofagasta, un lugar para la adoración y exaltación a nuestro Rey de reyes.
Con gozo y lágrimas de gratitud este siervo del Señor, nos ha demostrado nuevamente su capacidad de sometimiento, y por sobre todas las cosas del mundo, en creerle a Dios que su promesa esta siempre intacta, donde sin dejar de sorprendernos, el hacedor de lo posible e imposible es nuestro señor Jesucristo.
Por Carlos Saavedra M.
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